LA
VIRGEN QUEMADILLA, LA PIEZA DEL MES DE MAYO EN EL MUSEO DE SANTA CLARA DE
CARRIÓN DE LOS CONDES, PALENCIA.
Coincidiendo con la celebración del
tradicional “Mes de María” o “mes de las flores”, durante el mes de Mayo, el
Museo del Real Monasterio de Santa Clara de Carrión de los Condes, presenta la imagen de ”La Virgen Quemadilla” como la pieza del
mes de mayo.
La actividad de “la pieza
del mes”, iniciada como novedad el 1 de enero de 2017, surge para dar respuesta
a la pregunta de varios visitantes que demandan saber que más hay en clausura. La
idea persigue mostrar públicamente en el museo cada mes una obra que pertenece
a la clausura conventual y que guarda alguna relación con las celebraciones
litúrgicas del mes propuesto. En Enero la obra mostrada ha sido una “Adoración
de los Reyes Magos” de Antonio Guzmán Capel. En febrero una pintura anterior a
1618 del “Mandylión de Edesa”. En marzo
una escultura del círculo de Juan de Ávila que representaba a “San José con el
Niño Jesús”. En abril un lienzo del Ecce Homo de inicios del siglo XVII.
Se da la especial
circunstancia de que en el mes de abril, en concreto el día cuatro, se cumplieron
treinta años de la apertura del museo y esta actividad de la pieza del mes, se
enmarca dentro de las diferentes celebraciones que con motivo de este
aniversario, se van a desarrollar a lo largo del todo el año. Así sin perturbar
la clausura, se muestran de modo rotativo diferentes obras, que tras su
exposición durante un mes, volverán a los espacios que habitualmente ocupan, no
perdiendo por ello su función original y permitiendo que las hermanas sigan
disfrutando de ellas. La idea es compartir esa belleza artística que nos acerca
a Dios.
La pieza del mes de Mayo 2017.
Desde el día 1 de mayo los
visitantes del museo carrionés, pueden contemplar la imagen de “La Virgen Quemadilla”. Se he
seleccionado esta obra mariana, ya que tradicionalmente el mes de mayo se ha
dedicado de un modo especial a la Virgen María. Es esta Virgen Quemadilla una
interesante obra de vestir del primer tercio del siglo XVII que es la primera
vez que sale de la clausura y que desde inicios del siglo XVII preside desde
una hornacina la Sala Baja. Es este el espacio de mayores dimensiones del
monasterio, después del templo conventual. Posee forma rectangular y es una de
las partes más antiguas de la actual edificación monacal. Precisamente hacia
este espacio se abre un arco del siglo XIV. En su muro frontero y bajo la
puerta de acceso a la sala “De Profundis”, preside esta Sala Baja, la imagen de
“la Virgen Quemadilla”, protegida por un escaparate de cristal emplomado del
siglo XVIII.
La imagen anónima de
vestir es de inicios del
siglo XVII. Su advocación hace referencia a un incendio que afectó al
monasterio y cuyos efectos fueron limitados gracias a la intervención milagrosa
de la Virgen. Dicho incendio fue motivado por la caída de un rayo, pero el
fuego cesó al llegar al lugar donde estaba la imagen de la Virgen, la cual
desde entonces pasó a denominarse “la Quemadilla”.
La escultura de la Virgen Quemadilla,
ha sido estudiada por Enrique Gómez Pérez en el libro “El Real Monasterio de
Santa Clara de Carrión de los Condes. Palencia” editado en 2010, aunque la
imagen es la primera vez que se expone y sale de la clausura. La Virgen
Quemadilla, de mirada fija y frontal interpela al espectador. María se presenta
como reina del cielo, vistiendo a la moda cortesana de la época de los Austrias.
Su realismo se ve aumentado por los complementos textiles, todos de época,
junto con la cabellera de pelo natural. Según el citado autor, es una obra “de
vestir, aunque enteriza, es decir, con su cuerpo y vestido tallados, sólo con
articulaciones en los brazos”. Según este historiador la obra es similar a
otras que existen en el mismo monasterio, una de ellas fechada en 1648. Precisamente
el terno con el cual ha sido vestida para estar expuesta, es uno de los mejores
bordados de finales del siglo XVI o inicios del siglo XVII que hay en el
monasterio. Está compuesto por: basquiña, corpiño, brazales y manto, todo ello
siguiendo los modelos cortesanos de la época de Felipe II.
La imagen de vestir se asienta sobre
una peana en forma de bola de fuego, que seguramente es contemporánea al
milagro acontecido y relatado por doña Ana María Gallo Lamadrid y quién relata
como el incendio aconteció el 14 de agosto, tras caer un rayo sobre una de las
vigas que dan a la Sala Baja. En las crónicas conventuales se habla también de
otro incendio en 1675. Ese incendio implicó la reconstrucción de las partes
afectadas y el coste de la obra supuso siete mil reales. Por esas fechas el
monasterio de Santa Clara de Carrión de los Condes vivió su mayor apogeo, ya
que en 1681 la documentación conventual señala como en él residen cuarenta y
nueve religiosas, un confesor, un sacristán, siete novicias y dos demandaderas.
Todas las obras que a lo
largo de 2017 se muestren como “pieza del mes”, serán estudiadas y publicadas
en el capítulo “Un museo vivo”, del catálogo de la XIII Edición del ciclo expositivo “El Belén,
sus personajes y sus símbolos”. Esta nueva actividad pretende promocionar todo
el año el museo del monasterio en el que conviven las obras de arte junto con
la afamada colección de belenes. Este año 2017, se cumplen treinta
años de la apertura del museo y por dicho motivo, además de la actividad de la
pieza del mes, se están preparando una serie de visitas teatralizadas nocturnas
al museo, que se desarrollarán de mayo a septiembre.