Nuestra Señora de los Dolores de la Cruz, tal y como ha estado durante el verano 2009, con su saya de tisú blanco con el anagrama mariano bordado en hilo de plata y el manto de terciopelo negro, sin bordados. Sin encajes y sin ninguna joya, salvo un rosario sencillo de cristal y un manípulo de encaje de bolillo de inicios del siglo XX.